Se separa el programa arquitectónico buscando la mayor flexibilidad del conjunto, evitando la rigidez del espacio, en busca de espacios cambiantes sujetos a múltiples configuraciones y atendiendo a las necesidades sociales, culturales, ideológicas.Se estudian las distintas formas de ensamblarse entre piezas, sus movimientos y condicionantes.El cubo es la forma que mejor responde a estas necesidades y la retícula la base para desarrollarse.Se plantea la importancia del usuario que habita. Se investigan las características fenomenológicas y su relación con el habitar, tensiones, relaciones, uniones, llenos, vacíos, luces, sombras, huecos y sus condicionantes, puntos de fuga, etc...El resultado es un tejido formado por células que configuran espacios de gran riqueza visual y sensorial, a través de llenos y vacíos. Un organismo que encuentran el contexto en el que integrarse y se apoderan del vacío en el que se sitúa.
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